Cómo en anteriores ocasiones os hemos contamos, toda empresa relacionada con el sector alimenticio tiene la obligación de contar con las medidas mínimas establecidas por el APPCC. Pero, ¿cómo puede un alimento dañar al consumidor o a la calidad final del alimento?
Una de las primeras reglas que contempla el APPCC es que se puede producir por contaminación física, es decir, el alimento puede contener objetos como pueden ser trozos de madera, metal, puede contener huesos, espinas o algún tipo de material de embalaje como puede ser plástico o papel…
Puede contaminarse también por contaminación química, el APPCC establece que esta contaminación se puede dar porque algún producto llega directamente a los productos ya sea de forma natural o por diferentes tóxicos ambientales o agrícolas.
También se puede producir por contaminación biológica. Nos referimos a este tipo de contaminación cuando un ser vivo está presente en los alimentos. El ser vivo no tiene porqué verse puede ser perfectamente microscópico como puede ser una bacteria, hongo o virus.
Otra de las preguntas más frecuentes es ¿cómo puede llegar a los alimentos esos contaminantes? El estudio del APPCC establece que los contaminantes pueden llegar por diferentes vías como pueden ser:
Por una inadecuada manipulación en el origen o en las fases posteriores del alimento o por la falta de higiene y la no correcta manipulación de los alimentos. En este caso los principales causantes del contaminante son:
Las personas: que a través de su boca, fosas nasales, diferentes tipos de heridas o las manos sucias pueden hacer que al manipular los alimentos transmitan diferentes gérmenes y el alimento quede dañado.
Por el material de cocina: Diferente equipo, utensilios y ropa de cocina mal desinfectados. Uno de los procesos que más contaminación causa es utilizar el mismo cuchillo para cortar dos alimentos totalmente diferentes, un ejemplo muy claro es cortar un trozo de carne fresca y un trozo de carne ya cocinada.
Por los animales: Tanto los animales domésticos como los microorganismos presentes en su piel pueden afectar directamente a los alimentos, el simple hecho de que un animal esté presente en la cocina puede hacer que el alimento quede dañado.
Entorno: El aire y el agua transportan microorganismos que pueden llegar directamente a los alimentos. Un ejemplo muy claro es tener nuestra basura al lado del alimento que vamos a cocinar.
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